¿CÓMO ACTÚA LA
BARRERA DE IMPERMEABILIZACIÓN?

El gas radón es un elemento peligroso e invisible, que en importantes concentraciones en el aire que respiramos puede dar lugar a enfermedades cancerígenas.
En espacios abiertos, el gas radón tiene concentraciones muy bajas al diluirse con el resto de los gases de la atmósfera. El problema lo encontramos cuando penetra en espacios cerrados, como pueden ser sótanos de viviendas o zonas confinadas del edificio en contacto con el terreno, normalmente granítico, que no están debidamente protegidos.

¿QUÉ DICE LA NORMATIVA?

La normativa desarrollada en el Código Técnico de la Edificación (CTE) obliga a implementar medidas de protección frente al radón en los locales habitables de los edificios.

La barrera de impermeabilización actúa como freno ante el gas radón, ofreciendo una excelente protección en las zonas especialmente sensibles. Su coste no es elevado ( el 1% del coste total de la construcción del edificio) y supone una garantía ante la posible aparición de problemas con el radón, humedades u otras patologías.

Los expertos de Sika, especialistas en este tipo de impermeabilización, recomiendan que la instalación de esta barrera se haga de manera externa y continuada, permitiendo una perfecta adhesión a la estructura del inmueble. De esta manera, se evitarán las migraciones laterales. Igualmente, debe ser capaz de soportar las solicitaciones mecánicas que se dan en la fase de obra, y ser resistente a la presencia de químicos (aguas agresivas).

Por último, es importante fijarse en la vida útil del sistema aplicado, para que sea similar a la del edificio donde se instala. De esta manera se garantiza la protección a lo largo de toda la vida útil del inmueble.

¿QUÉ TIPOS DE BARRERAS
EXISTEN FRENTE AL GAS RADÓN?

Dentro de los sistemas para la impermeabilización, que actúan como barrera frente al gas radón, encontramos las láminas de PVC, TPO y HPDE.

Las láminas de PVC se configuran como un sistema flotante que se instala mediante aporte de aire caliente.

El TPO suele incorporar una lámina de geotextil, que permite una total adhesión (mecánica) a la estructura.

Las láminas de HPDE (polietileno de alta densidad) consiguen una adherencia total (adherencia química) logrando una elevada protección. Además su instalación es muy sencilla y no precisan capas de protección. Tienen un alto rendimiento de colocación.

A la hora de instalar la barrera, se recomienda seguir las instrucciones del fabricante.

RECUERDA

El gas radón es un elemento peligroso e invisible, que en importantes concentraciones en el aire que respiramos puede dar lugar a enfermedades cancerígenas. La normativa desarrollada en el Código Técnico de la Edificación (CTE) obliga a implementar medidas de protección frente al radón. La barrera de impermeabilización actúa como freno ante el gas radón, ofreciendo una excelente protección en las zonas especialmente sensibles. Su coste no es elevado ( el 1% del coste total de la construcción del edificio) y supone una garantía ante la posible aparición de problemas con el radón, humedades u otras patologías.

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