¿CÓMO DISFRUTAR DEL AGUA SIN DESPERDICIARLA?

Según un estudio efectuado por ASOFAP (*), en España hay 1.140.000 piscinas. De ellas, un 11,5% son de uso público o colectivo, el 75% están en el exterior, enterradas y disponen de revestimiento cerámico o vítreo. La antigüedad media es de 17 años… y el 70% nunca han sido reformadas.

¿Qué podemos hacer en nuestras piscinas?

Para evitar ese desperdicio de agua por filtraciones en las piscinas, es necesario un buen sistema de impermeabilización y que además sea duradero, para evitar tener que hacer reparaciones a corto plazo que implican un vaciado de piscina con la consiguiente pérdida de agua.
Dentro de los sistemas de impermeabilización, podemos distinguir entre los usados para obra nueva y los usados para rehabilitación. Igualmente, podemos
distinguir entre sistemas para ser revestidos y sistemas para dejar vistos. Por tanto, existen numerosos sistemas que permiten resolver con eficacia una buena impermeabilización.
En general, el proceso para conseguir una correcta impermeabilización consiste en:

1. Preparación del soporte:

Revisar y tratar posibles fisuras, encuentros con pasatubos e instalaciones, tratamiento en puntos singulares con productos específicos, hasta dejar un soporte sano y estable. Para todo esto existen morteros de nivelación, masillas hidroexpansivas, bandas preformadas etc.

2. Aplicación del sistema de impermeabilización:

Una vez el soporte ha sido convenientemente preparado, ya está dispuesto para recibir la impermeabilización, que es el elemento fundamental de sistema, por ser el que va a dar la estanqueidad, impidiendo las pérdidas de agua. Dentro de estos sistemas, los basados en morteros cementosos flexibles son muy adecuados, ya que además de constituir una eficaz impermeabilización, se adaptan y se adhieren perfectamente al soporte, son fáciles de aplicar y compatibles con los adhesivos necesarios para la colocación del revestimiento cerámico o mosaico.

3. Colocación del revestimiento:

Una vez realizada la impermeabilización con un mortero cementoso deformable, podemos colocar el revestimiento directamente, para lo cual se recomienda un adhesivo de altas prestaciones, con deslizamiento vertical nulo y un tiempo abierto prolongado, que facilite la puesta en obra del revestimiento.

4. Rejuntado:

El último paso es el rejuntado. Una vez colocado el revestimiento es importante tratar las juntas entre piezas con un producto que dé continuidad a las mismas, sin resaltes y con las que se pueda conseguir una superficie de acabado lisa, compacta, no absorbente y de fácil limpieza, que garantice una higiene total e impida la formación de hongos y mohos.

En el caso de piscinas de cloración por electrólisis salina, aun siendo un sistema de desinfección con grandes ventajas para el bañista, se trata de un tipo de cloración más agresiva para los acabados cementosos y los elementos metálicos y por ello requiere que las juntas entre baldosas o mosaico sean rellenadas con morteros de rejuntado tipo epoxi en lugar de morteros cementosos para una mayor durabilidad.

RECUERDA

Somos cada vez más conscientes de que una de las consecuencias del cambio climático son los periodos de sequía y el aumento de las temperaturas en meses que adelantan el verano. Esto hace que por un lado queramos disfrutar de nuestras piscinas cada vez antes y por un mayor periodo de tiempo, debido a que cada vez tenemos más días cálidos y por otro lado que dispongamos de menos agua.
Es por ello que se hace imprescindible una gestión del agua óptima que limite el desperdicio, y esto incluye a las piscinas.

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