CONSTRUCCIÓN SEGURA DE TERRAZAS CON CERÁMICA Y PIEDRA NATURAL
¿QUÉ PATOLOGÍAS SUELEN SUFRIR LAS TERRAZAS?
Generalmente las terrazas están expuestas a la intemperie y sufren, por lo tanto, altas agresiones por la presencia de agua, cambios drásticos de temperatura y presencia de heladas. Estos factores pueden provocar muchas patologías en los recubrimientos cerámicos, que no se evitan con impermeabilizaciones convencionales.
En primer lugar, posibles filtraciones de agua a través de las juntas del recubrimiento se quedan estancadas encima de la capa de impermeabilización, mojando la capa de compresión de mortero de cemento. Esta humedad puede provocar daños en los recubrimientos cerámicos en el caso de heladas y en forma de eflorescencias de carbonato de calcio y silicatos.
Además, en muchas ocasiones las impermeabilizaciones tradicionales se deterioran con el paso de tiempo y facilitan el paso del agua al soporte de hormigón, lo que provoca una bajada de la alcalinidad del hormigón.
Por debajo de un valor pH de 9,5 se inicia un proceso de corrosión de las armaduras, lo que provoca el aumento de su volumen y en consecuencia el desprendimiento de partes del hormigón, así como una pérdida progresiva de su resistencia en general.
Por último, cambios bruscos de temperatura provocan dilataciones distintas entre los soportes y los recubrimientos. En España, dónde los altos cambios de temperatura son habituales, por ejemplo durante días calorosos de verano con tormentas espontáneas por la tarde o los cambios de hielo-deshielo en zonas montañosas, estos movimientos son la causa para desprendimientos o fisuras en los recubrimientos cerámicos en exteriores.
¿QUÉ DEBER TENER UN SISTEMA PARA EVITAR ESTOS PROBLEMAS?
Un sistema eficaz debe mantener secos los soportes y absorber las diferentes tensiones entre el recubrimiento y el soporte mediante una desolidarizarían.
Además, un buen sistema debe ser capaz de cubrir posibles fisuras en el soporte, y evitar así que éstas se transmitan al acabado cerámico.
Como solución para esta problemática existen sistemas de impermeabilización y de desolidarización en base de láminas de polipropileno. La mayoría de las láminas se colocan al soporte mediante adhesivos cementosos, mientras las uniones entre láminas, así como todas las juntas perimetrales y de entrega se tratan con piezas especiales en la impermeabilización de superficies. Una vez terminado el trabajo de colocación e impermeabilización, en seguida se colocan las baldosas cerámicas directamente sobre las láminas con adhesivos cementosos.
De esta manera se consigue con un solo sistema tanto la impermeabilización, como la desolidarización de la cerámica de soportes con movimientos o soportes críticos en general.
Una ventaja añadida de estos sistemas es su reducido grosor de solo 3 mm, que es ideal para la rehabilitación de terrazas y azoteas sin necesidad de arrancar
las baldosas antiguas. Además, los sistemas representan un ahorro significativo de tiempo, ya que se puede realizar la impermeabilización y la colocación de baldosas cerámicas en un proceso de trabajo.
RECUERDA
Generalmente las terrazas están expuestas a la intemperie y sufren, por lo tanto, altas agresiones por la presencia de agua, cambios drásticos de temperatura y presencia de heladas. Un sistema eficaz debe mantener secos los soportes y absorber las diferentes tensiones entre el recubrimiento y el soporte mediante una desolidarización. Además, un buen sistema debe ser capaz de cubrir posibles fisuras en el soporte, y evitar así que éstas se transmitan al acabado cerámico.
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