Rehabilitar la fachada y el tejado te permite ahorrar en gas y electricidad

Las fachadas y las cubiertas son las zonas de la vivienda que mayor deterioro sufren, ya que son las zonas comunes más expuestas

a las inclemencias del tiempo. Por tanto, cuanto más aisladas estén, más se reducirá el consumo energético.  Debido a esto, son las

zonas comunes de un edificio más reformadas.

Según la Agencia para la Rehabilitación de Edificios (Rehare), podemos ahorrar hasta 1.500 € al año rehabilitando la fachada y el tejado.

Calentar un piso de 90 metros cuadrados supone desde 1.800 a 2.500 €, gracias a la rehabilitación el coste de calentarlo disminuye a 1000 €.

Reducir en 1.500 € los gatos de calefacción es un gran beneficio, aunque este tipo de reforma implica otros más:

• Reducimos la huella ecológica de nuestra vivienda, siendo ésta menos contaminante.

• Disminuimos el gasto en calefacción y refrigeración hasta en un 70%.

• Revalorizamos nuestra vivienda, rehabilitando las zonas comunes, en un 20%.

Como podemos ver, rehabilitar esta zona de la vivienda es una decisión a tener en cuenta, ya que con una sola inversión podemos tener un

ahorro a lo largo de los años posteriores y conseguir una vivienda amigable con el medio ambiente.

Además de la fachada y el tejado, reformar otras zonas comunes del edificio puede aportarnos un beneficio. Por ejemplo, podemos renovar

el sistema de iluminación de la escalera para conseguir reducir el consumo o renovar los aparcamientos y cuartos comunitarios para revalorizar

ese espacio.

En este caso reformar es sinónimo de beneficio.

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