PROBLEMAS CAUSADOS POR LA ACCIÓN DEL AGUA

El agua tiene la capacidad de penetrar en los materiales absorbentes filtrándose por las juntas, las paredes y las piedras naturales instaladas en una ducha. La acción permanente del agua y la humedad que genera provoca, con el paso del tiempo, el deterioro de estas superficies y la aparición de fisuras y grietas en el material y las juntas. Así, nos podemos encontrar una serie de problemas causados por la acción del agua:

• Filtraciones y goteras: aparecen cuando el agua penetra en las fisuras y grietas del material y en las juntas.
• Manchas de humedad en las paredes adyacentes al baño.
• Aparición de moho, hongos y ennegrecidos: las manchas de humedad son un receptáculo para gérmenes y bacterias, que al desarrollarse provocan la aparición del antiestético ennegrecimiento y la proliferación insalubre de microorganismos como algas y moho.
• Incrustaciones de cal y eflorescencias salinas.
• Despolvoreo en las juntas, así como en revestimientos de cemento o piedra artificial.

FILTRACIONES DE AGUA EN LA DUCHA, CAUSAS Y EFECTOS

Las filtraciones de agua en los cuartos de baño son un problema muy frecuente, sobre todo en el interior de la ducha. Al principio se notan porque las juntas empiezan a absorber mucha agua, se fracturan y, en el peor de los casos, se cubren de moho y hongos que aparecen como pequeños puntos negros o marrones que crecen en número y densidad rápidamente. Además, en casos bastante graves, la pared de detrás de la ducha o la bañera presenta evidentes manchas de humedad y eflorescencias que provocan el desprendimiento de la pintura, el yeso e incluso de baldosas cerámicas.
Para evitar estos problemas, se recomienda un tratamiento específico para proteger los revestimientos de nuestra ducha y evitar filtraciones y goteras de manera eficaz y duradera. En concreto, lo ideal es aplicar un impermeabilizante anti-infiltraciones, que garantice la protección de juntas cementosas y revestimientos de gres, cerámica, mosaico vítreo así como en piedra natural, piedra artificial, terrazo y cemento. Su campo de aplicación específico son las duchas (de casa, de gimnasios, de saunas y centros de spa).

¿QUE HAY QUE TENER EN CUENTA AL ELEGIR UNA SOLUCIÓN IMPERMEABILIZANTE?

Es importante que escojamos una solución eficaz, que reúna una elevada acción hidrorepelente y una potente acción consolidante, fundamental para reforzar los materiales más débiles presentes en un ambiente ducha (ej. juntas).
Además con una formulación capaz de crear una resistencia química en grietas y fisuras de hasta 1mm de espesor, es decir aquellas fisuras que no es posible rellenar con elementos sólidos como pasta de agarre, rejunte, etc., nos permite prevenir cualquier filtraciones de agua.
Es muy importante que esta solución tenga también una acción transpirable: es decir, que penetre en el material pero sin crear una película superficial, de manera que siga teniendo una elevada transpirabilidad.

¿Y CÓMO LO APLICAREMOS?

Este tipo de productos son de sencilla aplicación. Antes de todo es necesario realizar un chequeo de todo el ambiente ducha y eventualmente sanear y rellenar, con pasta de junta, todos los huecos, agujeros, faltas de juntas, juntas sueltas, grietas y fisuras de grandes dimensiones.
A continuación, con superficie limpia y seca:
• Se aplica el protector sin diluir, de modo uniforme con un pincel u otro aplicador similar, impregnando bien las juntas.
• Antes del secado (dentro de unos 10 minutos) eliminar el excedente de producto con un paño limpio.
• El tiempo de secado del producto es de 4 horas. La ducha puede ser utilizada a partir del día siguiente.
• Se aconseja reaplicar el producto cada año para mantener elevada la calidad de la protección.

RECUERDA

Las duchas son ambientes cuyas superficies permanecen en contacto con el agua y la humedad de forma constante e intensa. Cuando una persona se está duchando está consumiendo unos 20 litros de agua por minuto. En una vivienda familiar de cuatro personas, el ambiente ducha puede recibir precipitaciones diarias de 500 litros de agua (más de 200.000 litros al año). Las enormes cargas de agua y humedad que soportan las superficies de estos ambientes generan con el tiempo una serie de problemas.

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